Desde niño me conmueve Cyrano, desde qué descubrí su sublime y apasionado Amor por Roxana
y de como el Amor Verdadero sólo sabe hacer una cosa, Dar.
Y como siempre que me apasiono (lo cual para mi bien o para mi mal me ocurre frecuentemente) quiero llegar hasta las mismas fuentes de aquello que me atrae y quise saber más acerca de Cyrano de Bergerac.
Supe entonces, en contra de lo que yo creía y de lo que cree mucha gente, que Cyrano realmente existió y que Edmon Rostand se había basado en su peculiar figura para escribir su famosísima obra, auténtica catedral del amor romántico y apasionado.
Y claro, pues había que volver a viajar y visitar Bergerac, al sur de Francia.
Allí, en una pequeñita plaza del pueblo de Bergerac hay una estatua a Cyrano
y junto a ese monumento cumplí la promesa que le hice de niño, cuando la lectura me sus versos me ensoñaba…
Escribirle unos versos a Cyrano, allí, en Bergerac, en su querida Gascuña.
Y aquí te los traigo para compartirlos contigo.
Me inspiré en sus poemas, en lo que despertaba en mi su figura, su sensibilidad y su arrogancia,
su victoria y su fracaso, su voz en cualquier caso. Y respeté el estilo de la época, a mi manera
Espero que Cyrano sepa disculpar mi arrogancia de haberle escrito unos versos.
Lo que declaró a continuación lo pongo en su boca. Y en la mía…
VERSOS A CYRANO (en Bergerac, año 2004, by Lottar)
Qué pretenden…
Qué me coloque una cadena al cuello
volando siempre bajo
mendigando sólo gajos
que me viertan en el suelo?…
Qué quieres, no puedo.
Qué me busque sueños vanos
artificializando así mi vuelo
con cebo como único consuelo
de haber perdido todo lo ganado?…
Qué quieres no puedo.
Qué doble mi espalda manso
mientras hurgan en mi cuerpo
para dejar tan sólo restos
como pago a lo afrentado?…
Qué quieres, no puedo…
Pero…
Volar libre y sin despechos
allá donde el corazón me lleve,
vivir o morir, pero consciente,
ganar o perder, pero certero.
Eso sí, eso sí que puedo.
Guardarme libre siempre un verso,
ser leal siempre que afirme,
hablar franco y dulce, pero firme,
llegar a ser un uno delante de mis ceros.
Eso sí, eso sí que puedo
Creer que la Luna guarda un secreto
que mi corazón ya escucha a voces,
y creerme que me oyes
cuando digo que te quiero…
Cantar, reir, soñar!, creer que el cielo
no se humilla ante su dueño,
ni que mentira a verdad afrente
que no pague su demente
Idea de querer detener un sueño.
Mirar, no siempre por mi bien, es cierto,
creyendo que lo justo es lo correcto,
y que así la muerte no me encuentre
desparramado y abatido por el suelo.
Eso sí, eso sí que puedo.
Llegar a merecer tus labios
y olvidarme entre los besos
que tu mar ya hunde mi barco
naufragando en un te quiero…
A ellos los deprecio y a ti no te tengo…
Qué precio esto me exige…
Volar a veces solo, sí… Pero libre!