Nos pongamos como nos pongamos
la vida siempre acaba abriéndose camino.
Podemos acosar, agredir, arrasar o devastar,
da igual lo arrogantes y soberbios que actuemos,
pues la vida y su alma, la existencia, sólo saben hacer una cosa… CREAR.
Y lo hacen.
También en nuestro interior,
pues estas “leyes eternas” actúan de la misma manera en “lo que no se ve”.
Así que cuando sientas que te han “arrasado” y devastado”,
acuérdate del brote de pino que no le importó
cuántos obstáculos encontró desde su existencia como germen potencial en su semilla,
pues una única intención y atención existían para él: Buscar la luz, su sol, su estrella.
Y aunque fuera el único brote que quedara en toda su campiña,
algo en su alma de árbol sabe, que alojado en su interior
existe la potencialidad de todo un nuevo bosque.
Percibe y observa todas esas “nuevas sensaciones” que parecen emerger
de algún lugar desconocido de ti mismo, dales tu atención,
provéelas de todo cuanto necesiten para crecer buscando su luz,
pues esos brotes palpitantes que te albergan
son tu aportación y tus bendiciones al mundo.
Eres Sagrad@.